Franquiciar es replicar nuestro éxito empresarial. Y las formas de medir el nivel de éxito de un negocio varían, aunque por lo general el primer ítem de un hombre de negocios será su margen de ganancias y el crecimiento de estas a través de los años.
Otros aspectos no menos importantes a tener en cuenta son la experiencia de la red en el manejo de sus proveedores, su posicionamiento en los mercados en los que tiene presencia y también, por qué no, el número de puntos propios con los que cuenta.
El franquiciante, desde luego, conoce la realidad de su compañía y debe saber antes que nada, que el modelo de las franquicias no puede ser tomado a la ligera y que para obtener los dividendos deseados, debe realizar una consultoría seria que empieza con un examen de otra empresa, una consultora de franquicias, al que se denomina “Viabilidad del proyecto de franquicia”.
Que esta viabilidad sea positiva, significa básicamente que la compañía cuenta con las bases organizacionales para reproducir su concepto mediante las franquicias, pero para ello debe transformar su cultura para abrirse a este enfoque de negocio paralelo al que históricamente ha venido manejando.
No siempre esos cambios son bien recibidos por todos los brazos del organigrama, y por eso es necesario que sea la cabeza de la compañía se encargue de sensibilizar a su grupo acerca de las ventajas que le brindará el nuevo sistema a la empresa, aunque esto, desde luego, puede delegarlo en capacitadores expertos de su misma organización o de la consultora.
Según un sondeo realizado por expertos, al terminar el año, Colombia tendría algo más de 50 nuevos negocios franquiciantes respecto al año pasado, pero lo cierto es que muchos de ellos no cuentan con la infraestructura para tener una red de franquicias exitosa en el corto plazo, pues, por una parte fueron mal asesorados en el montaje de su franquicia, o en el peor de los casos, no son una empresa franquiciable en este momento y perdieron recursos económicos y humanos que hubieran podido utilizar en otras líneas de su negocio.
Y es que precisamente un excelente indicador para los inversionistas con respecto a las franquicias es conocer qué empresa le realizó la consultoría a la enseña en la que podría estar interesado, así sabrá, por una parte el interés real que tiene la empresa en tener un modelo exitoso (rodeándose con las mejores), y por otra, podrá deducir cuál es el respaldo y la calidad de los manuales, el contrato y el Know How que se le entregará.
A la vez, para los futuros franquiciantes es un medidor de la compañía consultora de franquicias, los nombres de las empresas a las que ha asesorado en su proceso de “conversión” y el número de franquicias que han logrado tener dichas compañías, su nivel de internacionalización, entre otros aspectos, que de seguro, harán que escojan la mejor opción, no la más “barata”: No deben olvidar que lo barato puede salirles caro, más aún cuando se trata de darle un viraje completo a su negocio, a un rumbo poco conocido, de allí que el buen capitán de navío, debe contar con los mejores instrumentos de navegación para no perderse.