Se dice también que la tradición del Día de San Valentín comienza con el poeta británico Geoffre Chaucer, quien en 1932 escribió un poema para celebrar el aniversario del compromiso del rey Ricardo II de Inglaterra y Ana Bohemia, quienes se casaron 8 meses después, cuando ambos tenían 14 años.
Y aunque la fiesta del amor y amistad en occidente no es motivo de estos artículos, sí podrían serlo cinco principios básicos de la “conquista amorosa” que se aplican a “la conquista de la franquicia”.
1. Solo existe una oportunidad para causar una primera buena impresión
Los y las enamorados/as deben, invariablemente, antes de iniciar el cortejo, mostrarle a su potencial conquista sus ventajas frente a la “competencia”. Por eso tratan deben intentar mostrar “de entrada” su más impactante sonrisa y mirada, acompañados de ropa adecuada, y la fragancia perfecta.
Lo mismo ocurre con el franquiciante, quién debe seducir al franquiciado mostrándole aquello que lo hace diferente a los demás conceptos de negocio similares, debe generar ese “gancho” de atracción que le permita resultarle atractivo/a, y luego sí, entablar una conversación abierta que les permita dar los primeros pasos hacia una relación duradera.
2. El que no muestra… no vende
Con contadas excepciones, quiénes más atraen al sexo opuesto son quienes se destacan en un grupo de similares, por su elegancia, porte, rostro, cuerpo atlético o dotes en ciertas áreas; y todas estas, en realidad esconden un gusto primitivo de preservación de la especie: tener el mejor “macho” o “hembra” para así, lograr unas mejores crías, es decir, las más fuertes, inteligentes y atractivas para el sexo opuesto.
En cuanto a la franquicia ocurre lo mismo, por eso es importante que los diferentes conceptos tengan relevancia social, tanto entre sus consumidores, como entre sus potenciales franquiciados: de allí la importancia de tener diseñada una estrategia publicitaria y/o de Freepress, además de apoyarse en medios especializados en franquicia y otros dirigidos a su público objetivo.
3. Tiene más posibilidades quien asume “riesgos”
Quién se acerca a su potencial conquista a hablarle, o busca que alguien se la (lo) presente, tiene más oportunidades de lograr su objetivos, que quien espera a que un “milagro” ocurra.
Respecto a las franquicias, se da una relación similar, pues las enseñas con más inteligentes inversiones en mercadeo y comercialización, logren encontrar más fácilmente prospectos para franquiciar su concepto.
4. Escoger y exigir tiene su recompensa
Siempre es adecuado comparar las diferentes posibilidades que se presentan, pues, por lo general, no llegan solas. No deja de ser común que quién se acerca a un(a) potencial candidato(a) quede desilusionada(o) ante la conversación del mismo(a), y es posible, que con todo y eso, terminen involucrándose en una relación destinada a fracasar, tarde o temprano; perdiendo ambos, tiempo y energía que hubieran podido utilizar cada uno con personas más afines.
Con franquiciantes y franquiciados ocurre lo mismo, de allí la importancia de ambos de escoger muy bien a su partner, pues la aventura empresarial exige compromiso mutuo y también un grado muy alto de afinidad, igual que el amor.
5. No todo será color de rosa
Aún cuando todos los cuentos para niños terminan con el beso del príncipe y la princesa, y un rotundo: Y vivieron felices por siempre…Lo cierto es que las relaciones, para lograr una establilidad, deben negociar casi a diario los espacios de cada uno, y convivir, con todas las connotaciones y confrontaciones que ello implica.
En franquicia, por fortuna, se negocia siempre antes de firmar el contrato de franquicia, el problema precisamente está en que este arreglo de obligatorio cumplimiento, debe estar muy bien elaborado, adecuado a la relación entre ambas partes y en beneficio de las dos. Así, con los compromisos claros, será más fácil asumir esos días difíciles, normales en cualquier relación… Incluso entre un príncipe azul y su bella doncella.